jueves, 21 de abril de 2011

La pasión de Cristo

Valiente película de Gibson.
Un filme que muestra dureza impresa en imágenes... y es muy difícil de ver. Se podría decir que es incalificable, puesto que cuando uno termina de verla no sabe con certeza qué decir de ella, qué opinar. . . No aburre en ningún momento, aunque, ciertamente, sólo he visto la mitad, ya que me tapaba los ojos cada dos por tres.


Momento en el que Cristo se limpia la sangre con una sábana blanca
ofrecida por una mujer. Más tarde en ella se verá impresa la cara de
Jesús en sangre.

Sabía que era un filme duro, y por supuesto, y sin que ello tenga nada que ver para poder valorar el filme como bueno o malo, que era religioso. No creo que en mi vida haya tenido que cerrar tantos los ojos al ver unas imágenes en la pantalla. Es un film cruel, desgarrador, sangriento. Hace sufrir. Las imágenes se te quedan en la retina y grabadas en la cabeza y, si quieres entender algo, has de leer, –excelente idea la de no doblar la película y dejarla en su V.O. en los dialectos de la época, latín y arameo- . Es entonces cuando te das cuenta del poder de las imágenes ya que sin entender nada, sólo viendo, puedes sentir; sufres, padeces… una mirada es un todo en este largometraje. Un gesto, un gemido, una palabra sin entender, eso señores, es cine.

Que nadie acuse a este filme de comercial, pues puede pecar de todo menos de eso.

Una buena fotografía, una buena banda sonora, una interpretación de Jim Caviezel magnífica (cierto que parece que sufra de verdad, es un papel muy bueno), además de las interpretaciones del resto del elenco. Independientemente del gran parecido físico entre el actor y la imagen conocido por todos de Cristo, el mero hecho de que las inicales de él coincidan con JesuCristo pone los pelos de punta. Mas si éste, al inicio del rodaje, contaba con la edad de 33 años (edad a la que murió Cristo).


Momento de máximo sufrimiento transportando su cruz.

Tardé en ponerme a pensar si La pasión de Cristo era una obra maestra o un dantesco festival de sangre (ya que al parecer, esta película la odias o la amas, no hay término medio), es un shock muy fuerte. Aun ahora todavía me debato entre si se podría haber ahorrado algo de crueldad y sangre o no, aunque el efecto buscado no sería el mismo, y la verdad, modificada sería. Veo en La pasión de Cristo una fuerza en las imágenes magistral, una puesta en escena realísima, un dolor, un sufrimiento, un temor por lo que puedan ver tus ojos al segundo siguiente que da miedo. Cuando te das cuenta, ya estás allí. Estás dentro de la película, se te ha olvidado que estás sentada en el salón de tu casa, que las imágenes que ves no son reales y que estabas comiendo unas deliciosas palomitas.

Judas y Cristo, momentos antes de ser vendido.

No voy a engañar a nadie. Reconozco que La Pasión de Cristo es una película difícil de digerir, al margen del credo de cada uno. Y, desde el aspecto más puramente cinematográfico, aplaudo todos y cada uno de los elementos que la componen, desde los actores –perfectos todos y cada uno de ellos- hasta la puesta en escena, pasando por la fotografía, la música, el sonido… no hay que olvidar que esta es la visión del cineasta sobre el Nuevo Testamento, sí, pero siempre desde un punto de vista tan respetuoso como respetable, tan hiperrealista como brutal.

Hay escenas inolvidables. Aquella en la que Jesucristo clava su débil mirada en el cielo y dice a duras penas “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. De las películas que se han hecho sobre Jesús, que se pueden ver una a una todos los años bien repetidas en Semana Santa, creo que Gibson es el que más y mejor se ha acercado a la pasión, pero claro, parte con ventaja al concretar simplemente con uno de los aspectos más importantes de la vida de Jesús, su muerte, aunque a veces al cineasta se le puede tachar de cruel al mostrárnosla casi tal y como fue y hacer sufrir hasta al espectador más duro e indiferente, concepto que, creo, no abundará entre las personas que la hayan visto.


María Magdalena, Vírgen María y San Juan

Por primera vez en mi vida no sé cómo calificar este filme. Tengo 19 años, quizás demasiado joven para haber visto un buen numero de buenas películas y poderme considerar algo experta o conocedora del cine, pero con criterio suficiente como para haber podido tener mi propia opinión sobre lo que el buen cine es.

Estoy anonadada. Mel Gibson me ha sorprendido, impactado, me ha hecho llorar, padecer, sufrir, rabiar… Me ha sorprendido que el cine pudiese llegar a ser tan real.


Cristo levanta a María Magdalena del suelo tras haberla salvado
de la lapidación a la que iba a ser sometida


Entro en el llamado “público demasiado sensible para ver este filme”, La pasion de Cristo es dura, durísima, pero el que se atreva a juzgar que tire la primera piedra.


Mejor escena del filme. Cristo en el taller realiza una mesa, mientras
María le llama para ir a comer.

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