sábado, 20 de abril de 2013 0 notas musicales

Bebiendo los mares por ti.



No lo creía posible. Volver a querer a alguien de la forma más fuerte que el corazón puede soportar. Sí, soportar, porque querer es sinónimo de sufrir.

Y sufro, te sufro y me sufro por sufrirte tanto.

Sufro por no ver tu sonrisa siempre que quiero.
Sufro porque no puedo ir a buscarte a tu casa cuando me apetezca verte.
Sufro porque no te puedo robar ese beso rápido que tanto me gusta dar.
Sufro por no tener besos largos.
Sufro viéndote con otras.
Sufro al imaginarte posando tu brazo en unos hombros que no son los míos.
Sufro al creerte infeliz.
Sufro al no poder quedarme en tu pecho, con el sube-y-baja de tu respiración.
Sufro porque te quiero pegado a mi cadera las 24 horas del día.
Sufro cuando no veo tus ojos.
Sufro recordando esa media sonrisa que siempre pones.
Sufro echándote de menos por las mañanas, cuando no es tu cara lo primero que veo.
Sufro por quererte.
Te quiero por sufrir.

 
Me prometí que no dejaría que esto pasase y, mírame ahora, que voy por las calles de Madrid bebiéndome los mares por ti.


lunes, 1 de abril de 2013 0 notas musicales

Logística y sentido común.

Los poetas casi siempre describen el amor como un sentimiento que escapa a nuestro control, que vence a la lógica y al sentido común. En mi caso, fue exactamente así. No esperaba enamorarme de ti y dudo mucho de que tú tuvieras previsto enamorarte de mí. Pero cuando nos conocimos ninguno de los dos pudo evitarlo. Nos enamoramos a pesar de nuestras diferencias y, al hacerlo, creamos un sentimiento singular y maravilloso. Para mí, fue un amor que sólo puede existir una vez, y por eso cada minuto que pasamos juntos ha quedado grabado en mi memoria. Nunca olvidaré un solo instante de nuestra relación. De momento, me quedo con imaginar cada minuto que nos queda juntos.

Mientras contemplaba la puesta del Sol, pensé en ese breve, fugaz instante, en el que el día se convierte en noche.
Me dije entonces que la oscuridad es sólo una ilusión, porque el Sol está siempre encima o debajo del horizonte. Eso significa que la noche y el día están vinculados como pocas otras cosas; no puede existir el uno sin el otro, y sin embargo, tampoco pueden coexistir. ¿Cómo estar siempre juntos, y al mismo tiempo separados?



 
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