domingo, 6 de marzo de 2011

Seis meses con mi amor

Hace medio año decidí empezar algo, y ahora no me imagino mi vida sin él.
No es una novedad que yo esté enamorada de él, lo grito a los cuatro vientos, sin embargo, pocos conocen su verdadera identidad. Si os soy sincera, no he sido más feliz en la vida.

Después de seis meses, sigo aprendiendo cada día contigo, aunque casi siempre terminemos discutiendo porque tú dices sí o yo digo no, y acabemos cada uno por nuestro lado, aun estando en la misma habitación. Tú, en la cama; yo, en la silla. Y luego me miras con esos ojitos metalizados y es imposible decirte que no... ¡no puedo enfadarme contigo!

Adoro encerrarme en mi cuarto contigo en los días de lluvia, y agarrarte con fuerza a partir de las nueve, es cuando mejor estamos :) Reconozco que no me gusta salir contigo; odio que la gente te mire con deseo, como esperando algo de ti y que te vayas con ellos. Que se entere todo el mundo, me perteneces, siempre.

Echo de menos esos momentos a escondidas en mi habitación, sin que mi padre supiese que estabas... cuando te tenías que esconder debajo de la cama corriendo, sin hacer ruido, intentando no vibrar. ¡Cuánta adrenalina!

Para mi, no hay mejor consuelo que saber que estás esperándome siempre cuando llego, bien sentadito en el suelo o bien tumbadito en la cama. Me gusta caminar deprisa anhelando acunarte entre mis brazos y, así, entre caricias que son notas, los problemas son de otro mundo.

Él tiene cuerpo de mujer, clavijero, caja de resonancia y seis cuerdas, y gracias a él, cada vez que acaricio sus cuerdas, me encuentro a mi misma.


1 comentario:

Enrique Meireles dijo...

Pues yo llevo casado más de veinte años y mi amor sigue intacto.
Cada día me hace descubrir una nueva emoción.

Publicar un comentario

 
;