lunes, 10 de enero de 2011

Jorge Marazu

Y mañana, volver a escuchar LA voz. Escuchar otra vez como serpentea por las escalas y se divierte paseando y emocionando a los demás a su paso por cada tono.
La voz tiene dueño y nombre: él es Jorge Marazu. ¿Su forma? Un cuerpo celeste que alumbra por las noches el firmamento.

No, no es una destello de luz cualquiera por el hecho de tener la voz más maravillosa que he escuchado en muchísimo tiempo, si no porque él ilumina con su cuerpo, con su sonrisa, con sus movimientos, con cada actuación, cada entonación, cada mirada (la cual no ilumina, deslumbra. Él sonríe y todo lo que hay en sus ojos, brilla), con sus palabras. Con su música.

Él es la estrella que más brilla en el firmamento azul, sin duda. Sin estar cerca de la gente, ilumina. Ilumina con su voz y sus letras. Da igual que él esté en Ávila y yo en Madrid, cada mañana me levanto con su último destello de luz de la noche, antes de esconderse del sol, pues lo primero que entra por mis oídos al despertar suena a “Sobre las patas que aguantan tus huesos, bajo una luz que dejó de alumbrar, los niños que jugaban a ser viejos se miraron de lejos y el reflejo dejó de brillar…”.

Si, yo también he visto a la felicidad ganarme al ajedrez, y cuando a las damas le gané, se fue con otro.

Sin embargo, esta historia no está completa del todo. Todavía quedan muchos compases que rellenar con corcheas, blancas y redondas, sin silencios, me gustaría que los silencios se escondiesen y dejasen paso al sonido abrumador de la perfección, que los sostenidos suban medio tono nuestras voces, que el compás cuaternario marque el ritmo de la vida, que los crescendo nos ayuden a eso, a crecer. Pero, ante todo, que el final de la composición no sean dos barras finales. Que sean dos puntos de repetición.

Gracias, Jorge. Gracias por ser música.



2 comentarios:

Unknown dijo...

¡Ya concierto hasta los martes! jajaja. Páselo bien :)

Natalia dijo...

A mí no me dices cosas tan bonitas, y eso que me conoces desde hace más tiempo, seguro! ¿era de este chico la versión de Antonio Vega de Una decima de segundo, que me gustó muchomucho? Si es que sí tendré que escuchar cosas de el, y si no pues también a ver.

Lo tuyo es fuertefuerte, notese que lo digo por envidia, yo también quisiera ir a conciertos entre semana. Voy de porretes estudiando, a ritmo de caracolillo, y encima se me cierran los ojos. Demasiadas dificultades entre yo y los apuntes. ¿Será una señal pa que deje de estudiar y me meta ya pal camastro?

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