miércoles, 25 de agosto de 2010

Música


Hace un par de días me preguntaron que a qué solía recurrir cuando las cosas no salen como las planeo o como me gustaría que saliesen. Me quedé callada y no por el hecho de no saber la respuesta, siempre la he tenido muy clara. Podría haber dicho a los amigos y a la familia, pero estaría mintiendo, hay verdades a la cara que duelen y que el silencio arreglan. Pues bien, la Música. Es a ella a quien recurro. Amiga fiel. Música, música, música, hablando de todos los géneros existentes. ¿Por qué? Pues porque tiene el don de cambiarme el estado de ánimo por completo. Me permite dejarme volar o directamente me enseña el camino a ese agujero oscuro que oculta la Nada. Sólo depende de la partitura que elija. Junto a cada nota, se alza una delicada poesía que te posee y tarares casi sin ser consciente de ello...

La música es mi paseo favorito. Muchas veces consigue transportarme a un paraíso en el que me veo en el espejo sonriendo, pues sin saberlo llego a una dimensión dónde todo es como deseo. Claro, que también hay otras veces que me acompañan en la más profunda de las tristezas, ahora bien, siempre me sirve de desahogo.

Y la música, lo quiera o no, es parte de mi vida; es mi mayor fuente de inspiración. Una canción, un recuerdo, y las palabras, los sentimientos, fluyen solos en el camino de la vida.








Yo no elegí la música; creo que ella me eligió a mí.

2 comentarios:

Natalia dijo...

Yo también creo que la música te eligió a tí :)

Estoy deseando verte algún día y que podamos tocar juntas el piano, bueno y que tu toques la guitarra y cantemos junticas también!!

Por cierto, adoro esa clave de sol!


Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Unknown dijo...

que bonito!!!!!

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