martes, 8 de noviembre de 2011

No me fío de los chicos

No me fío de los chicos que beben Malibú con piña. Ni de los que rechazan una cerveza. No me fío de los que no les gustan los aros en las orejas, ni de los que dicen que Daddy Yankee es un músico de la hostia.
No me fío de los chicos rubios de ojos azules, ni de los morenos de ojos verdes. No me fío de los que prefieren un pijama a dormir desnudos. Ni de los que te quitan el edredón. No me fío de aquellos a los que no les gusta ducharse en pareja, ni de los que quieren llegar vírgenes al matrimonio.

No me fío de los chicos que prefieren salir a una discoteca con los hits del momento antes que estar en un bar tranquilo escuchando a Tom Waits mientras dan sorbos a una copa con vaso de balón. No me fío de los que fuman puros.
No me fío de los chicos que no miran al escote en la primera cita, ni de los que no hacen ningún comentario adulador sobre sí mismo para resaltar sus cualidades y sorprender.

No me fío de aquellos que rechazan un abrazo, ni de los que prefieren lo vertical a lo horizontal. No me fío de los chicos que te dicen te quiero a las dos semanas de conocerte. Ni de los que no te lo dicen nunca pero te demuestra lo contrario. No me fío de los que no sonríen tímidamente cuando se lo dices tu, ni de los que no te dan un beso después.
No me fío de los chicos que su única pasión es el fútbol, ni de aquellos a los que sólo les importa salir por las noches. No me fío de los noctámbulos vampiros, ni de las hormigas sin antenas.


No me fío de los que dicen que la música para ellos no significa nada.

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