Son las 2:21 de la madrugada y tengo sed
... y no sé si es sed de ti, de querer tener tu saliva en la mia, de beber de ti o que me apetece tomarme un vaso de coca-cola en una tumbona en mi jardín, con los pies en la cabecera, y ésta levantada para que la sangre de los pies me baje a la cabeza y empiece a utilizarla de una vez por todas, con la luz de la luna brillando en el interior del vaso, los auriculares puestos, y las guitarras de Margot rugiendo al 90%, con el fino camisón dejando entrever mis piernas y juguetear con ese hilito que se ha salido de él. Creo que sí, que me quedo con la coca-cola y sus 4 hielos, su rodajita de limón, el olor a hierbabuena en el jardín, el aire que trae consigo el olor de la planta de marihuana. Y no, no me pienso acordar ni un minutito de ti en toda la noche.
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1 comentario:
No sé porque pero aunque a lo largo del día te acuerdes de alguien, los pensamientos más intensos llegan por la noche. Seguiré tu táctica, y cuando me acuerde de alguien y no quiera pensar en el saldré al jardín con la música a tope :)
Muuuuuá
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